De amigos de la infancia a socios de negocio
Los fundadores de Koala Babycare, Emil y Giacomo, se conocieron en los pasillos de su instituto en Pesaro, una pequeña ciudad de la costa adriática de Italia.
Como suele suceder, perdieron el contacto después de graduarse, pero se volvieron a encontrar trabajando en la misma empresa. Allí, compartieron sus ideas y hablaron de su sueño común de utilizar sus estudios de ingeniería para lograr un impacto positivo.
Dar rienda suelta a la creatividad con la ciencia
La suerte, o el destino, quiso que Giacomo se convirtiera en tío en esa época.
Mientras, la pareja de Emil, que trabajaba en una guardería, solía contarle historias sobre el síndrome de la cabeza plana, una malformación de la cabeza de los bebés, que se aplana porque pasan demasiado tiempo tumbados boca arriba.
Esto prendió la idea.
Después de meses de investigación exhaustiva y los posteriores experimentos, Emil y Giacomo tenían en sus manos el prototipo de la primera almohada diseñada expresamente para proteger suavemente la cabeza de los bebés y preservar su forma natural.
El tipo de atención incorrecto
En mayo de 2017, Emil y Giacomo estaban listos para el lanzamiento.
Solo había un problema.
Que te imiten puede ser un gran cumplido, pero no es bueno para el negocio y es inaceptable cuando se trata de la seguridad de un niño.
Según los estudios, al 58 % de los padres les preocupa la autenticidad de los productos cuando compran artículos para el cuidado del bebé. Y el 72 % dejaría de comprar una marca si leyeran que hay falsificaciones en el mercado que podrían llegar a ser perjudiciales para sus pequeños.
Después de todo el esfuerzo, Emil y Giacomo no podían arriesgarse a que esto sucediera.