Fuera de serie
Cuando la NASA te elige como proveedor exclusivo de la Estación Espacial Internacional, puede decirse que has creado algo realmente especial.
CarbonKlean, una idea original de Daniel Patton y Peter Muerrens, amigos de toda la vida, ofrece limpiadores portátiles para lentes, filtros y pantallas que utilizan tecnología de carbono patentada para que las lentes y los dispositivos brillen sin dejar residuos ni el más mínimo arañazo.
Su producto estrella, Peeps, es eficaz en todo tipo de lentes: gafas correctoras, gafas de sol e incluso gafas de luz azul ultravioleta. Además, vienen en un estuche autolimpiable y pueden reutilizarse más de 500 veces, lo que significa que son mucho más respetuosas con el medio ambiente que las toallitas tradicionales de un solo uso.
El éxito en el punto de mira
"Peter diseñó y creó un prototipo impreso en 3D de los primeros Peeps", recuerda Madeline Beck, directora de Comercio electrónico de CarbonKlean.
"Lo llevó a ferias comerciales y la reacción fue abrumadoramente positiva. Así que patentó el diseño y empezó a venderlos en grandes almacenes y consultas de optometristas".
Los Peeps se vendieron bien desde el principio. Pero cuando CarbonKlean decidió pasar al siguiente nivel y empezar a vender en Internet en su propio sitio web y en Amazon, el negocio despegó de verdad.
Delincuentes a la vista
Lamentablemente, no sólo los clientes se fijaron en su producto. Los delincuentes, al ver el éxito de Peeps, decidieron hacer caja también.
Aunque estos delincuentes consiguieron algo que podía parecer idéntico a los Peeps, la calidad no era la misma.
Y ahí es cuando empezaron los problemas de Carbonklean.